miércoles, 8 de junio de 2011

PINTURA BARROCA ( CARABAGGIO)

Michelangelo Merisi da Caravaggio nació en Milán, hijo de Fermo Merisi, administrador y arquitecto-decorador de Francesco Sforza, marqués de   Caravaggio, pueblo de Bérgamo, y de Lucía Aratori. En 1575 la familia tuvo que huir de Caravaggio a causa de la plaga que estaba devastando Milán. El padre de Caravaggio murió en   1577, lo que supuso que el artista debería crecer en el pueblo de Caravaggio, pero su familia mantendría relaciones con los Sforza y los Colonna.
Caravaggio aprendió el arte pictórico en Milán de un maestro manierista de segunda fila, Simone Peterzano, y sobre todo a partir del estudio de las obras de algunos artistas   venecianos y de otras escuelas del norte de   Italia. Tras los años de aprendizaje en Milán, de   1592 a   1606 Caravaggio   trabajó en  Roma, donde pronto abrió taller propio y no tardó en destacar no sólo por su original enfoque de la obra pictórica, sino también por su vida irregular, en la que se sucedían lances, peleas y episodios reveladores de su carácter tempestuoso y su falta de escrúpulos. Se dice Caravaggio tuvo una amante de nombre Arabel de Serrano, una mujer de malas andanzas callejeras.
De Caravaggio se ha dicho que fue un revolucionario tanto por su vida turbulenta como por su pintura, en la que planteó una oposición consciente al Renacimiento y al manierismo. Caravaggio siempre buscó, ante todo, la intensidad efectista a través de vehementes contrastes de claroscuro que esculpen las figuras y los objetos, y por medio de una presencia física de vigor incomparable. Al evitar cualquier vestigio de idealización y hacer del realismo su bandera, pretendió ante todo que ninguna de sus obras dejara indiferente al espectador.
Desde el principio de su estancia romana Michelangelo de Caravaggio rechazó la característica belleza ideal del  Renacimiento, basada en normas estrictas, y eligió el camino de la verdad y el realismo, realizando sus obras mediante copias directas del natural, sin ningún tipo de preparación previa a la obra.Detalle de una obra de Michelangelo Merisi da  Caravaggio
Las obras de los primeros años milaneses de Caravaggio son desconocidas. La producción romana de la mayor parte de la década de 1590 consiste fundamentalmente en pinturas de género que combinan la figura humana con escenas de bodegón y naturaleza muerta. Constituye un ejemplo emblemático de esta primera etapa creativa El tocador de laúd, donde un joven de belleza feminoide y sensual comparte protagonismo con frutas, flores y una serie de objetos relacionados con la música. En estas primeras obras de Caravaggio resulta ya evidente el empleo estético de Caravaggio de los juegos de luces y sombras, si bien el claroscuro sólo sirve aquí como creador de volúmenes y de profundidad, sin añadir a la acción efectos de dramatismo, como sería habitual en las creaciones posteriores del artista. La cena de Emaús, una de sus obras maestras, fechada hacia 1600, se caracteriza por los suntuosos tonos oscuros, sombras envolventes y haces de luz clara que inciden en puntos determinados, y señala el comienzo del período de madurez del artista, quien se decanta abiertamente por la temática religiosa y trabaja por encargo de los grandes comitentes de la época. Algunas de sus obras son rechazadas por el naturalismo con que aborda los pasajes bíblicos, pero no faltan los mecenas laicos dispuestos a adquirir de buen grado aquellos cuadros que el clero no ve con buenos ojos.
Detalle de una obra de Michelangelo Merisi da  CaravaggioA pesar de lo anterior, fue un alto cargo eclesiástico quien resultó determinante para la carrera de Caravaggio: el cardenal Francesco del Monte, que compró varias obras de Caravaggio y propició que le fuera encargada, en 1599, la decoración pictórica de la capilla Contarelli, ubicada en la iglesia romana de San Luís de los Franceses. Este fue el primer encargo monumental, de Caravaggio y a él corresponden dos de las grandes realizaciones del artista: La vocación de San Mateo y El martirio de San Mateo. Son también creaciones fundamentales de esta época La crucifixión de San Pedro y La conversión de San Pablo, ambas para la capilla Cerasi de Santa Maria del Popolo.  Son obras, todas ellas, dominadas por una intensa acción dramática, muy estudiadas desde el punto de vista compositivo y en las que se obtienen resultados espléndidos con una gran economía de medios.
A partir de su época de vida en Roma, desde 1600, Caravaggio empieza una carrera delictiva en donde las reyertas son casi diarias y las denuncias también, visitando la cárcel y pagando indemnizaciones varias veces. Entre estas acciones llevadas por su carácter impulsivo y agresivo están las de herir a hachazos a un notario llamado Pascualone y asesinar a un tal Ranuccio Tomassoni por un simple juego de pelota (1606). El tal Tomassoni era miembro de una de las familias más delictivas de las calles romanas, por lo que se podría decir que los diferentes problemas que tuvo Caravaggio no se debieron solo a su carácter sino también a sus compañías.Detalle de una obra de Michelangelo Merisi da  Caravaggio
Ante el asesinato de Tomassoni, Caravaggio tuvo de huir de Roma,  adonde,  muy a su pesar, nunca pudo volver.  Los cuatro años  siguientes de Caravaggio transcurren básicamente entre Nápoles y Sicilia. Durante este tiempo Caravaggio atendió sobre todo encargos religiosos y pintó algunas obras en las que su dramatismo característico dejaba paso a una gran serenidad. Han quedado testimonios pictóricos de las estancias en Nápoles y Sicilia de Caravaggio. A finales de 1607 Caravaggio estuvo en Malta, donde pintó el Retrato del gran maestre de la Orden de Malta Alof de Wignacourt. En 1608 Caravaggio estaba en Sicilia. Caravaggio murió en 1610 en Porto Ercole,  aquejado de malaria.

PINTURA BARROCA EN ESPAÑA

El siglo de Oro de la pintura en España es el XVII y corresponde el movimiento pleno de la pintura barroca. Se da la circunstancia de que este momento dulce y prolífico de la pintura coincide también con el de la literatura.
En la pintura barroca española hay una serie de elementos comunes que son fruto del momento político y religioso que vive España. Por un lado se percibe el pesimismo del decaimiento del gran Imperio Español del siglo anterior. Por otro lado, España está a la cabeza del movimiento de la Contrarreforma católica y la sociedad vive en el rigor impuesto en muchas áreas de la vida cotidiana por la Inquisición, por lo que van a predominar los temas religiosos, representados de manera dramática, apoyados por el tenebrismo italiano implantado por Caravaggio, corriente que al final terminaría por ser abandonada.
Los temas profanos y mitológicos, aunque existen, se dan mucho menos que los religiosos (puesto que, además es la Iglesia el principal cliente) y cuando se pintan se hacen sin sensualidad.
En la pintura barroca del siglo XVII existen tres escuelas a la que pertenecen la mayoría de los grandes artistas de la época. A la Escuela Valenciana perteneces artistas destacados como Ribalta y José de Ribera el Españoleto.
Por su parte, en la Escuela Andaluza se encuentran Murillo, Zurbarán y Valdés Leal, entre otros.A la Escuela Madrileña corresponde la figura principal de la pintura barroca que no es otro que Diego Veláquez, además de otras figuras tan relevantes como Claudio Coello y Carreño

ESCULTURA BARROCA EN ESPAÑA

En España la escultura barroca tiene sus propias peculiaridades que la diferencian del resto del mundo. Se caracteriza por el uso prioritario de la madera policromada, que se conocerá como imaginería. La escultura está al servicio de la Contrarreforma. Busca la sensibilidad popular, la expresividad, que se manifiesta en los pasos de Semana Santa. La religiosidad trasciende a la calle y comienzan a popularizarse las procesiones. La necesidad de sacar las figuras a la calle supone que deben ser de bulto redondo y, en general, de cuerpo completo, o al menos que se puedan vestir. Su mayor realismo la aleja del gusto italiano, las obras se realizan para ser objeto de la devoción popular. Apenas existe escultura civil, incluso la funeraria está en decadencia. Los escultores trabajan para gremios y cofradías de carácter religioso. Los temas son religiosos, se representa ante todo la pasión de Cristo y la Virgen. En España encontramos dos centros principales: la escuela castellana y la escuela andaluza.
     En Castilla encontramos dos centros Madrid y Valladolid. Aquí trabajó Gregorio Fernández, uno de los imagineros más representativos, tanto por su expresionismo, como por su patetismo y su carga dramática, en el que refleja un hondo sentimiento religioso y un profundo naturalismo. Tratará de despertar la piedad popular a través de la visión de figuras descarnadas. Presta gran atención a la representación del cuerpo humano. Fue el creador de los tipos iconográficos más característicos, como el Cristo yacente, el crucificado o la piedad. Realiza obras como el Cristo yacente, paso del Descendimiento y la Piedad. Otros escultores vallisoletanos son Francisco Díez de Tudanca y Narciso Tomé: esculturas del monasterio benedictino de Sahagún, y ya en el siglo XVIII, Alonso de Villabrille, que trabajará también en Colombia. En todos ellos se encuentra la influencia de Gregorio Fernández. En Madrid trabajan Manuel Pereira: Crucifijo del oratorio del Olivar, Crucifijo de Lozoya en Segovia, Juan de Bolonia: estatua ecuestre de Felipe IV, y Felipe de Espinabete. En Madrid primó el retablo religioso y los retratos de la Corte, casi lo único que no es religioso de la época.
     En Andalucía también encontramos dos centros: Sevilla y Granada. Su imaginería tiene un carácter más intimo, de recogimiento interior, y un lenguaje más clásico. Las figuras tiende a tener un aspecto infantil, y una expresión más melancólica y mística que trágica. Las tallas son de un gran virtuosismo técnico. Trabajan aquí escultores como Montañés o Alonso Cano, que se caracterizan por su idealismo figurativo y sus vírgenes niñas. En Sevilla trabajó Juan Martínez Montañés, muestra en sus figuras una tendencia al equilibrio y la serenidad. Crea los tipos de la Inmaculada y los crucificados, más humanos. Obras suyas son: el Cristo de la Clemencia, Inmaculada de santa Clara, San Ignacio y Jesús de la Pasión. Discípulo de Montañés fue Juan de Mesa: Jesús del Gran Poder, Cristo de la Buena Muerte. Tiene una cierta tendencia al patetismo. Otros escultores sevillanos son Pedro Roldán, Pedro Duque Cornejo y Luisa Roldán, que utiliza la técnica del barro cocido policromado, sobre todo en los belenes. En Granada trabaja Alonso Cano, discípulo de Montañés. Destaca por su serie de Inmaculadas. Aborda la belleza formal buscando arquetipos: Inmaculada, San Antonio de Padua. Es el creador del centro granadino. También está Pedro Mena, que es probablemente el imaginero más significativo. Se caracteriza por sus contenidos ascéticos y místicos. Realizó obras como la Dolorosa, Magdalena penitente, San Francisco de Asís y San Pedro de Alcántara. Otros escultores son José Mora, Diego Mora y Alonso Mena, otro de los grandes escultores del momento, que trabaja entre Granada y Sevilla: San Juan Bautista, el Entierro de la Caridad de Sevilla.
     En el siglo XVIII podemos considerar otra escuela en Murcia, en la que destaca Francisco Salzillo, caracterizado por sus figuras delicadas y su gusto rococó. Crea pasos en grupo, conjuntos con varias figuras. No sólo hace pasos de Semana Santa sino también belenes. Sus figuras están llenas de movimiento y poseen una delicadeza femenina. Entre sus obras destacan la Virgen de la leche, el paso de la Oración del huerto y sus belenes.

ESCULTURA BARROCA

La escultura barroca española tiene una serie de características propias:
  • Predominio de los temas religiosos (En España, como ocurrió durante el Renacimiento, el arte barroco es básicamente religioso).
  • Realismo. Para extremar el realismo de las figuras se recurre a postizos como el empleo de pelo real, corona real, ojos y lágrimas de cristal, etc. Se llegaron a crear imágenes de vestir, en las que se realizaban con minuciosidad cabeza, manos y pies para vestirlas con ropa real).
  • Empleo de la madera policromada como material preferido.
  • El cliente más importante es la Iglesia y en segundo lugar la Corte.
  • Las obras decoran retablos, sillerías de coro y los famosos pasos de Semana Santa.
  • Se produce la decadencia de la escultura funeraria.
En el Barroco Español es necesario clasificar su arte en diferentes escuelas:

BERNINI

APOLO Y DAFNE

Esta obra concluye los grupos Borghese, siendo iniciada en 1623, cuando Bernini ya no trabajaba en exclusiva para este cardenal y ya había accedido al solio el papa Urbano VIII Barberini, y finalizada en 1625.
Este grupo tiene una concepción más clásica, inspirándose en el Apolo Belvedere de Leocares. La composición se realiza en plano-relieve, encontrándose llena de dinamismo y difuminación. En ella se nos muestra una poesia extraída de las Metamorfosis de Ovidio. Aquí vemos como la ninfa Dafne se transforma en laurel a punto de ser atrapada por Apolo. El grito de horror de Dafne y el rostro perplejo de Apolo nos muestran un contraste de actitudes y aspectos que reflejan el interés por la representación de las emociones, los afecti. También aquí es aplicable la lectura de carácter moral, como premio a la virtud y a la virginidad.
Bernini fue biografiado por su hijo Pietro y Balduccini, pero también por el Caballero de Chantelou que durante su estancia en Francia realiza un diario de ella. En él se recoge la historia contada por Bernini de que encontrando concupiscente la figura de Dafne un cardenal, el entonces cardenal y luego papa Urbano VIII.
Este periodo hacia 1620 corresponde con la época clásica dentro de la obra de Bernini.

ARTE BARROCO EN ESPAÑA

El Barroco en nuestro país es un estilo esencialmente regionalista, no sigue unos patrones universales.
Podemos distinguir el barroco castellano, del andaluz o del gallego, ya que en cada región de España encontramos una modalidad con personalidad propia.
La primera mitad del siglo XVII constituye el inicio de la arquitectura barroca en española. Este primer barroco está muy vinculado a Juan Herrera y a su principal monumento, El Escorial. Los ideales de la Contrarreforma facilitan la pervivencia de este modelo arquitectónico.
Será a mediados de siglo cuando se empiecen a eliminar los vestigios herrerianos y la ornamentación se haga más flexible.
Esto se debe en gran medida a la participación en la arquitectura de hombres polifacéticos, mitad arquitectos, mitad pintores y hasta a veces
Ya en el siglo XVIII la riqueza y la fantasía decorativas alcanzan su apogeo en las construcciones de la familia Churriguera, Ribera o Fernando Casas Novoa. Es el momento de esplendor de nuestro barroco más castizo y popular.
Pero encontramos también durante este siglo una arquitectura promovida por la corte y la Academia, importada desde Francia e Italia, que es más clásica y academicista. Los Borbones recurrirán a arquitectos franceses e italianos para acometer las principales obras reales, y éstos son los encargados de introducir la nueva corriente. Ejemplo, El Palacio Real de Madrid.
 escultores, como Alonso Cano.
Ambas tendencias, la barroca castiza y la barroca cortesana, convivirán a lo largo del siglo XVIII.

ARQUITECTURA BARROCA

La arquitectura barroca es resumen y paradigma del espíritu de la "civilización del barroco".
En ella se adoptan las líneas curvas frente a las rectas por generar aquéllas mayor dinamismo y expresividad.
Las fachadas adquieren la máxima importancia pues en ella se suelen volcar los mayores empeños decorativos mediante numerosas cornisas y columnas griegas, romanas y salomónicas. Por el predominio de los elementos decorativos sobre los constructivos, se puede afirmar que el estilo barroco más que un estilo de arquitectura es una forma de decoración arquitectural.
Las plantas de los templos también tienden a alejarse de las formas clásicas basadas en la línea recta, el cuadrado y la cruz y en muchas ocasiones se adoptan plantas circulares, elípticas o mixtilíneas. Esta libertad en las plantas arquitectónicas permite una mejor adaptación al lugar en que se va a erigir el edificio.
Una de las preocupaciones del Barroco son los grandes recintos públicos urbanos. Es frecuente que en las ciudades más importantes se lleven a cabo plazas mayores de enorme superficie y suntuosidad. En España tenemos los ejemplos señeros de la Plaza Mayor de Salamanca y de la de Madrid.

ARTE BARROCO EN ESPAÑA

El siglo XVIII es el siglo del barroco, en que España esta viviendo las últimas consecuencias del concilio de Trento.
En España es un barroco que todavía no es muy recargado, porque está viviendo todavía las influencias de Herrera. De Rivera tenemos la "Inmaculada Concepción"; obras con santos y mártires, como es el "Martirio de San Bartolomé"; también tiene temas mitológicos y del mundo antiguo como "Arquímedes"; del antiguo testamento, "El sueño de Jacob".
De la escuela Andaluza son Zurbarán, Murillo y Valdés Leal. Estos tres pintores representan un aspecto de la religión.
Murillo representa el aspecto amable de la religión, por eso suele representar inmaculadas y niños; de él tenemos la "Inmaculada Concepción", "El buen pastor", "Los niños de la Concha"; pero tiene otro lado suyo que representa la crisis de Sevilla y representa una serie de cuadros, así tenemos "Los niños comiendo melón", "Los niños de la concha", "El niño pordiosero".
Valdés Leal refleja el lado macabro de la religión, como obra tenemos los lienzos de las postrimerías (foto a la derecha).
De Zurbarán tenemos como obras "Santa Casilda" (imagen a la izquierda), "San Hugo en el refectorio de los castigos", "Bodegón", entre otras muchas.
Velázquez es sevillano de madre portuguesa y su pintura se caracteriza por su realismo, es tenebrista pero realiza dos viajes a Italia, él lucha por la luz, el color y llega a dominar la perspectiva aérea.
Además, Velázquez pasó a ser pintor de corte.
En cuanto a las obras en un primer momento es tenebrista y podemos incluir una serie de obras: "El aguador de Sevilla", "Los borrachos", "La fragua de Vulcano"; también representa una serie de retratos: "El Conde Duque de Olivares", "La rendición de Breda" (imagen a la derecha), "Las Meninas", "Las hilanderas".

La pintura barroca española es esencialmente religiosa, aunque también hay otros temas.
Se va a representar a las clases bajas.